miércoles, 27 de mayo de 2009

y parece ayer que pose mis ojos sobre los tuyos.
algunos años pasaron y enos aquí.
juntos.
¿juntos?

¿rutina o costumbre?
¿pasión o costumbre?
amor...
o costumbre.?

viernes, 22 de mayo de 2009

Negros Escarabajos.



Se anuncia una epidemia en la ciudad.
Voy camino a la universidad en el autobús... acompañada por personas sin rostro.
de repente, atravesamos una gran niebla espesa... blanca.
El camión se detiene y nos bajan de el precipitadamente.
-¿Qué pasa? - pregunté a un hombre de nuevo sin rostro.
-Los que vayan a CUAAD suban a ese autobús, los pondremos en cuarentena en el campus.- Dice el hombre señalando un gran camión blanco.

Subimos obedientes y llegamos a lo que es un lugar distinto al que consiente reconosco como mi escuela, pero simplemente se qué es.

Es como una gran feria entre grandes rejas.
Veo a todos esos rostros familiares de la escuela y unos más agregados. Pero no lo veo a el, desesperada y con un malestar general tomó mi celular y le llamo... sin respuesta.
Veo a mis compañeros y les digo lo que pasa, me acompañan a buscarle entre la multidud.
Me recargo en Francisco y Pedro, desesperada de las sensaciones que siento en el cuerpo... en mi cabeza.

-Tranquíla Abril... lo vamos a encontrar.- Me dice Fran mientras me abraza por debajo del hombro para evitar que colapse.
-No me siento bien... siento cosas en la cabeza- Balbuceo desesperada apretandome las sienes.
-Vamos a que te sientes.- Dice Pedro.

Llegamos afuera de lo que parece uno de los baños del CUAAD, solo que con pared de cristal con Karen y Alejandra, no resisto mas y entró al baño, donde me topo con Patricia...

Me habla, pero la ignoro.
Veo fijamente mis ojos en el reflejo del espejo.... siento cosas en la cabeza, asi que ladeo mi cabeza hacia la derecha y con mi mano levanto mi cabello por la sien. Y los veo.
Cientos de pequeños escarabajos negro azabache recorriendo mi cuero cabelludo cual soldados invadiendo nuevo territorio.

-Paty, consigueme unas tijeras por favor.- Digo aún mirandome fijamente al espejo.

Desaparece de mi lado un segundo y me entrega unas grandes tijeras de costura plateadas de mangos naranjas, me arrodillo en el piso, tomo un mechon de mi largo cabello... y corto desde la raíz.
Alejandra desde el otro lado de la pared de cristal logra ver a los intrusos de mi cabeza.
-NO MAMES! QUITENLE ESO!- Grita horrorizada. Pero yo solo escucho el sonido de las tijeras cortar en mi cabeza y veo caer en el piso los mechones de mi cabello acompañados de los escarabajos.
Cada mechon cuesta más y más trabajo.
-Malditas tijeras sin filo- pienso.





Me levanto de nuevo y camino al lavabo.
Abró la llave y dejo fluir el agua en mis manos para hecharla en mi cabeza sin pelaje.
Me miro fijamente en el espejo.
Sin cabello.
Con la piel carcomida en algunas partes, tanto, que logro ver el blanco de mi craneó.
De mi cuero paso a mis ojos, que estan dilatados, negros y vacios.
y entonces...


desperté.