
Definitivamente la pasada, fue una de las semanas más surreales que he tenido en mi ''joven''existencia.
De un domingo a estar llorando en el telefono, al siguiente domingo a estar caminando de la mano con el, de nuevo a mi lado, en Guanajuato sentados en el Pipila contemplando el panorama o sentados en un café por horas hablando de todo lo que no hablamos en estos cuatro meses.
Si el sábado antepasado me hubieran dicho:
<<''El sábado que viene te vas a ir al Cervantino con Luis, y mientras esperan su cena en el Van Gogh te va a decir que si esta enamorado de ti, y van a volver a dormir y a despertar juntos''>>
Simplemente no lo hubiera creído.